Las previ­sio­nes sobre el cambio climá­tico supo­nen que los vera­nos en este país serán cada vez más secos y que habrá más perio­dos de sequía, al tiempo que aumen­tará la carga de incen­dios en bosques y campos. Los incen­dios de los últi­mos años en Alema­nia ya han demos­trado clara­mente que, en estas condi­cio­nes, la ventana de opor­tu­ni­dad para preve­nir gran­des incen­dios es cada vez más pequeña. La vieja regla de que hay que dete­ner un incen­dio fores­tal en la hora siguiente a su igni­ción si se quiere evitar que se convierta en un gran incen­dio puede consi­de­rarse obso­leta. Por lo tanto, el desa­rro­llo de gran­des incen­dios de propor­cio­nes catas­tró­fi­cas es a menudo difí­cil de preve­nir a pesar de la detec­ción temprana de los incen­dios forestales.

Sin embargo, las briga­das de bombe­ros no están sufi­cien­te­mente forma­das para luchar contra los incen­dios fores­ta­les, espe­cial­mente para el rápido ataque inicial con herra­mien­tas manua­les y poca agua. Aquí es exac­ta­mente donde entra el libro. Su obje­tivo es propor­cio­nar al perso­nal de emer­gen­cias y de mando que no está fami­lia­ri­zado o no está muy fami­lia­ri­zado con el tema de la “lucha contra la vege­ta­ción” una base impor­tante de actua­ción y una guía prác­tica para tareas opera­ti­vas concre­tas, así como impar­tir los cono­ci­mien­tos nece­sa­rios para un ataque inicial seguro, rápido y eficaz con herra­mien­tas manua­les como las palas de fuego, el lanza­miento de arena y las mochi­las de extin­ción. Este libro, muy orien­tado a la prác­tica, se dirige prin­ci­pal­mente a los cuer­pos de bombe­ros volun­ta­rios, a los respon­sa­bles de la lucha contra las catás­tro­fes, al perso­nal fores­tal, a los propie­ta­rios de bosques y a los agri­cul­to­res, pero también a la admi­nis­tra­ción regional.